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Un amor insaciable

La novela Un amor insaciable es una historia de romance, los protagonistas son Mu Shiyu y Huo Qian.

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Lectura de prueba de novela Un amor insaciable

La lujosa y retro suite presidencial estaba bañada por una romántica luz amarilla. Un hombre alto y guapo estaba tumbado en la cama. Tenía los ojos cerrados y la respiración agitada.

De repente, se abrió la puerta y se introdujo en el interior una pequeña humana. Un momento después, alguien cerró la puerta desde fuera.

Mu Shiyu acababa de orientarse cuando el hombre se acercó a ella y la abrazó, y luego la arrojó sobre la costosa cama.

Ella retrocedió por reflejo; sus ojos llorosos se llenaron de miedo.

—¿Quién es usted?

Su madre adoptiva la llamó hace una hora para decirle que fuera a una entrevista para una actriz de reparto para una serie de televisión. El lugar era el Hotel Rey Alberto. Nada más entrar, un grupo de hombres corpulentos vestidos de negro la agarró y la empujó al interior.

El hombre no le respondió. Lo único que hizo fue inclinarse hacia delante y agarrarle la barbilla, como si hubiera atrapado a su presa.

Mu Shiyu retrocedió a toda prisa mientras intentaba apartar su mano. Temblando, dijo:

»Lo siento. Debo haber entrado en la habitación equivocada. Me iré ahora mismo. —Sin embargo, el hombre la tenía agarrada con fuerza. Por mucho que lo intentara, la mujer no podía moverse ni un centímetro.

Como la luz era tenue y el hombre estaba frente a ella, Mu Shiyu no podía ver su aspecto, aunque la mujer podía sentir su aliento caliente en su piel. Algo estalló en su mente, y entonces tembló y luchó.

»¡No! ¡Déjeme ir! Suélteme.

La mirada del hombre se oscureció, y luego la agarró del brazo antes de tirar de él por encima de su cabeza. Un momento después, se inclinó hacia delante.

...

Mu Shiyu se despertó de repente a altas horas de la noche. El fuerte brazo que la rodeaba por la cintura y el desorden de la cama le indicaron que lo que acababa de ocurrir no era un sueño. La mujer se mordió los labios y una gota de lágrima corrió por su mejilla. Un momento después, apartó el brazo del hombre de ella y tiró de la manta antes de bajar a la cama.

Su cuerpo parecía haber sido golpeado por una apisonadora, pues sus piernas eran gelatinosas y se sentía adolorida.

Mu Shiyu tomó la ropa dispersa y se la puso a pesar del dolor. Sin mirar siquiera al hombre dormido, la mujer salió corriendo sin mirar atrás.

Estaba lloviznando fuera cuando Mu Shiyu volvió a la casa de su familia adoptiva, sintiéndose débil. Abrió la puerta en silencio, pero se sorprendió de lo que vio.

Las luces de la sala de estar estaban encendidas y su familia adoptiva y su novio, Chi An, estaban sentados en silencio.

El ambiente era sombrío. Cuando la vieron regresar, su hermana, Mu Shanshan, se apresuró a acercarse a ella. Al ver que el cuello de Mu Shiyu estaba lleno de chupetones, así como su ropa desordenada, la mujer sonrió. En voz alta, dijo:

—Sabía que esta pequeña z*rra se había enrollado con alguien.

La mente de Mu Shiyu se quedó en blanco, luego miró a su madre adoptiva, Yang Yalan con torpeza.

—Mamá, me llamaste... —Antes de que pudiera terminar, Yang Yalan se lanzó de repente hacia ella y le dio una bofetada.

¡Plas!

Mu Shiyu no logró esquivarla a tiempo, por lo que la bofetada le cayó de lleno en la cara. Un momento después, su cara se hinchó.

Yang Yalan tenía una mirada de enfado, y luego levantó la voz:

—¡Sabía que no debí haberte salvado en ese entonces! ¡Debí haberte dejado morir! Sería mucho mejor a que seas una z*rra y avergüences a nuestra familia.

Mu Rui fue rápido a defender a Mu Shiyu. Se sintió triste por su hija adoptiva, así que regañó a Yang Yalan:

—¡No debiste haberla abofeteado antes de saber lo que pasó!

—¿Necesitas siquiera preguntar, papá? No somos ciegos, así que podemos ver lo que hizo, ¿sabes? —Mu Shanshan avivó el fuego, celosa de que su padre fuera protector con Mu Shiyu—. ¿Verdad, An?

Mu Shiyu miró hacia arriba; sus ojos llorosos se abrieron de par en par. Miró a la silenciosa Chi An con desesperación. Todo se volvió silencioso de repente, entonces Chi An se acercó despacio a ella, con una expresión oscura. Su mirada, que era siempre cariñosa, perdió toda calidez al mirarla.

—¿Dónde fuiste esta tarde, Shiyu?

A Mu Shiyu le temblaban los labios, pero no podía decir nada.

—Ya te lo dije, An. Quería conseguir un papel en una serie de televisión, así que se fue a acostar con el Subdirector. Ese Señor Shen es un hombre gordo y feo al que le encanta utilizar a las universitarias amantes de la fama como sus juguetes. —Mu Shanshan se apresuró a decir algo cuando notó que Mu Shiyu no decía nada.

—Le estoy preguntando a Shiyu, no a ti. Creeré lo que sea que ella diga —dijo rápido Chi An con frialdad, sin mirarla siquiera.

Mu Shanshan se sintió enfadada e incómoda, y luego miró a Mu Shiyu. ¿Cómo es posible que una b*starda como ella tenga tanta suerte de tener un novio como Chi An?

Los ojos de Mu Shiyu se llenaron de lágrimas mientras miraba a su amado. No importaba si le habían tendido una trampa, era un hecho que había traicionado a Chi An. La mujer comenzó a llorar y luego sacudió la cabeza.

—Lo siento. Lo siento… —Su voz se quebró.

Chi An retrocedió a tropezones y luego miró a Mu Shiyu con frialdad, como si quisiera matarla. El hombre hizo una mueca antes de salir de la Residencia Mu.

—¡Acompañaré de regreso a Chi An! —Mu Shanshan subió rápido después de dejar ese mensaje.

Mu Shiyu sonrió con palidez cuando vio que Mu Shanshan se arreglaba el cabello al salir, y luego murmuró:

—Así que por esto me tendieron una trampa.

Debería haberlo sabido al ver los celos en los ojos de Mu Shanshan y la manera tan descarada en la que coqueteaba con Chi An cada vez que éste aparecía. Sin embargo, estaba en deuda con la Familia Mu por haberla adoptado desde que era una niña, así que Mu Shiyu optó por callar muchas cosas para que el Señor Mu no se entristeciera.

Sin embargo, no esperaba que le tendieran una trampa justo antes de su compromiso con Chi An. Aunque le pareció que había algo raro, Mu Shanshan dijo que el tipo era gordo y feo, pero Mu Shiyu sabía que el hombre era alto y musculoso, aunque no le viera la cara.

La expresión de Yang Yalan cambió al escuchar lo que dijo Mu Shiyu, por lo que quiso darle otra bofetada a esa joven.

—¡¿De qué estás hablando?!

......

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